miércoles, 2 de mayo de 2012

Vanadio



ZIMAPAN: CAPITAL DEL VANADIO

El descubrimiento del Vanadium por don Andrés Manuel del Río, (Madrid 1764-Máexico 1849), contemporáneo de Gotlag Wener y Luan Dorcet, el primer gran químico creador de los signos característicos y las descripciones mineralógicas; hizo serios estudios sobre Geognosia; también Van Buch, Seaure, Weber y discípulo de Lavousier.
Del Río vino a México como catedrático del Real Seminario de Minería, compañero de estudios del barón Alejandro Von Humboldt en Europa en la última década del siglo XVIII; junto con este ilustre personaje se dedicó en las minas de Zimapán al estudio de los metales y tras larga y minuciosas investigaciones, del Río llegó a la conclusión de que originalmente el Vanadium se le daba universalmente el nombre de Pancromo, después de Kritono (éstos encontrándose en su forma rudimentaria) ya que por la variedad de sus óxidos, disoluciones, sales o precipitados formado con los Alcalis y tierras que se tornaban rojas al fuego, estos elementos procedían de una extraña piedra que, como ya se mencionó, formaba parte de los fósiles recogidos en las minas de Zimapán especialmente en la Purísima.
Entre diversos fósiles que se pueden mencionar tenemos los siguientes: la neolita, estibnita, granatita, pyenita, azufre nativo, espalafluor, barita. Asbesto suberiforme, granate verde, orpimeto cresopasa y una nueva especie de ópalo que el propio Humboldt dio a conocer en Europa.

Por diversos motivos, del Río abandono un poco sus investigaciones sobre resultados más positivos respecto al Vanadium, habiéndose interesado Seftroëm, gran químico Sueco, por dichos estudios; continuó el tratado del Río hasta llevarlo a un perfeccionamiento definitivo; así en 1830 hizo saber públicamente la existencia de un nuevo metal al que puso el nombre de VANADIUM, en honor a una diosa de la mitología sueca.

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