La región donde se asienta el estado de Hidalgo quedaba
comprendida dentro del área mesoamericana, donde florecieron las grandes
civilizaciones de México. Los Toltecas que llegaron a Xochicoatlán en el
municipio de Molango en el siglo VII después de cristo, se dispersaron asentándose
principalmente en el Valle de Tollán (hoy Tula), cuando el pueblo Tolteca
disfrutaba de un inmenso poderío, comenzaron a penetrar algunas tribus del
norte, una de ellas fue la de los Nahuas. Algunos de ellos se quedaron a vivir
en la región de Zimapán. También habitaron en Zimapán los huastecos, éstos
al igual que los otomíes, tuvieron la influencia y heredaron la cultura de los
toltecas y Nahoas. Con el tiempo llegaron tribus salvajes que invadieron la región,
los terribles chichimecas que significa "linaje de perros" tuvieron
como señorío principal en Hidalgo a Metztitlán.
Los Ximpeses, los Pames y los valerosos e indómitos Chichimecas
(o come caballo), se encontraban en el llamado Cerro Gordo, también en Las
Trincheras y en Las Adjuntas se establecieron. Los chichimecas, amantes de la
guerra establecieron una política de influencia militar que pronto se impuso
sobre las demás teocracias. Se desarrollaron las culturas de México, existían
enfrentamientos entre las tribus, pero en general se consideró como una época
de tranquilidad. Hasta el siglo XVI cuando surgió la turbulencia, la llegada de
los españoles, es aquí donde comienza una nueva etapa muy importante en
nuestra historia. La caída de la gran Tenochtitlán, por las armas españolas
el 13 de agosto de 1521, implicó el sometimiento de los indígenas. Cortés,
inició inmediatamente la reconstrucción de Tenochtitlán y en 1522, Carlos V.,
Rey de España, informado del buen éxito de la campaña lo nombró Gobernador y
Capitán General de la Nueva España, nombre que desde entonces se le dio
territorio. En este mismo año de 1522 el propio Hernán Cortés pasó por la
región de Zimapán, rumbo a la conquista de Pánuco. En Hidalgo, los españoles
avanzan lentamente a la conquista y explotación de las tierras, hasta que se
dieron cuenta de la riqueza del Estado.
Inmediatamente se aplicaron al laboreo en Real del Monte,
Atotonilco, El Cardonal, La Bonanza, Zimapán, Jacala y San José del Oro. Por
lo que queda establecido que Zimapán fue fundado por su gran riqueza minera. El
documento más interesante de la época precortesiana que relata lo más antiguo
que se conoce acerca de Zimapán, se conserva en castellano antiguo en el
archivo de Indias de Sevilla, con la asignatura: "Papeles de
Simancas", realizado por Alexo de Murgía, juez repartidor de minas, el 11
de agosto de 1579. Con la ayuda de ancianos indígenas intérpretes de la laguna
otomí y mexicanos de los pueblos de San Pedro, Santiago y San Juan este
documento se conoce como: "Relación de Minas de Zacualtipán",
realizado en los primeros años de la época de la colonia. La contienda entre
encomenderos y religiosos caracterizó durante mucho tiempo la época de la
colonia.
Los primeros religiosos
que arribaron a la región de Zimapán fueron de la orden de Los Franciscanos,
hacia
el año de 1576, quienes evangelizaron e impusieron a su modo la religión católica
en otomíes o Hñahñues, que poblaron la jurisdicción no sin enfrentarse a muchas penalidades,
sacrificios y los valeros ataques chichimecas. En lo que ahora de llama Santiago levantaron una
iglesia en honor ese santo patrono de España, tenían la intención de fundar
una villa, pero sólo permanecieron poco tiempo en ese lugar. Después se
establecieron en lo que hoy es Zimapán y observando la conformación del
terreno deciden levantar un templo de mayores proporciones, tomando la fecha del
24 de junio de 1575 y fue erigido en honor a otro denominado santo llamado Juan Bautista, con un pequeño
convento anexo; después en el año de 1579, llegaron los frailes de Actopan que
se encargaron de transculturizar a los indígenas, para eso contaban con tres
pequeñas iglesias de los pueblos llamados ahora Santiago, San Juan y San Pedro.
Los frailes
impusieron la evangelización,
pero por lo accidentado del terreno, las escasez de alimentos, y
afortunadamente, la poca cooperación de los nativos, pero sobre todo, la
defensa de los pames y los jonaces,
planteaban una situación difícil para la evangelización de la Sierra Gorda.
El arrojo de los naturales por la defensa de sus dioses, fue denominada por los
españoles "crueldad", que segú horrorizaban no solo a los españoles
y los frailes sino también a los pacíficos otomíes. Los jonaces no perdonaban
la vida ni siquiera a las mujeres y los niños españoles, a estos últimos los
tomaban por los pies y azotaban su cabeza a las piedras. A las mujeres se les
arrancaba la larga y rubia cabellera cuando estaban vivas, las que colgaban de
sus escudos y consideraban como trofeos de caza, además constantemente
asaltaban las poblaciones, debían las autoridades terminar con el salvajismo,
por ello los regidores y comisarios de la ciudad de México, a través de Juan
Velázquez de Salazar y Alfonso Valdés, lograron en la tercera conciliación,
la autorización del exterminio de los chichimecas!!!
Esta campaña la había iniciado el
traidos cacique indio de Xilotepec converso ahora en "don Nicolás de San
Luis", en 1577, donde recibió el nombramiento de Capitán y
título de Hijo de Hidalgo. En marzo de 1585, los chichimecas jonaces atacaban a
San Juan y Zimapán después de una ruda y encarnecida lucha y gracias a la
resistencia que los habitantes de San Juan opusieron, los jonaces se retiraron
sin antes haber matado a más de 12 indios y algunos españoles, dándose a la
huída a sus impenetrables escondites. Para el siglo XVII Zimapán pertenecía a
la alcaldía mayor, habiendo aumentado su importancia minera, al ser
descubierta, la célebre mina de Mina de Toro, por el indígena Lorenzo Zabra en
el año de 1632. Al correr del tiempo y el siglo XVIII, el Real de Minas
de Zimapán contaba con 820 familias indígenas y 200 familias de españoles,
mestizos y mulatos, administrados en los político por un alcalde mayor, un
gobernador y una república de indios y en los espiritual por un cura clérigo, teniéndose
el bachiller en tecnología y cánones Bernabé Ruiz Venegas, como el más
antiguo de los curas que tuviese Zimapán.
Como ya se había mencionado, la evangelización del Estado de
Hidalgo era difícil, pero el interés por las riquezas del ahora Estado de
Hidalgo era superior, entonces las autoridades eclesiásticas según los deseos
de la población, piden que el colegio apostólico de propaganda (antes
monasterio de los franciscanos descalzos), "viniera" al territorio hidalguense a
evangelizar, para eso los potentados mineros sostienen los gastos que causará
el envío de una misión para la enseñanza de la religión católica en
Zimapán. Los misioneros del convento de San Francisco, a partir de 1734,
establecieron una cadena de misiones en la Sierra Gorda. Se nombró una comisión
encabezada por los descalzos Juan Lara, Fray José Larrea y Fray Francisco de as
Llegas, acompañados por el vicario de Zimapán Fray Pedro Gavatica conocedor de
la lengua otomí. Al regreso de estos misioneros, se nombró a Fray Cayetano
Barrera que por sus bondades para con los indios, se había ganado el nombre del
protector de los indios.
Fray Cayetano fue a instalarse en el paraje denominado Las
Juntas, que por la insalubridad le originó la muerte, hecho que afortunadamente
ahuyentó a sus
acompañantes a trasladarse a San Fernanditos Pachuca en 1742. Entre los
misioneros descalzos se distinguió Fray José Guadalupe Soriano, que público
una gramática y un vocabulario pames. Poco después surgen unas diferencias
respecto a la manera de tratar a los nativos, entre los misioneros Fernanditos
mandados desde la ciudad de México y los Franciscanos descalzos, lo anterior
provocó que los descalzos abandonaran los Fernanditos y se fueran a Pachuca.
Un criollo minero nativo de Zimapán, don Gerónimo de Labra, trataba de
ser persuasivo y paternalista, ya que intentaba socialmente a los indios y por
la conformidad que mostró cuando los indios se fueron con los descalzos por el
mejor trato que recibían de ellos, le costó ser destituido del cargo público
que desempeñaba ordenado por don José Escandón, que por entonces era la
autoridad suprema de la Sierra Gorda, este personaje trataba de reconquistar a
los indios militarmente, hasta el punto de exterminarlos cosa que
desafortunadamente logró a
mediados del siglo XVIII.
En el año de 1772 se inicia la nueva edificación del Templo de
San Juan que había sido destruido en el siglo pasado, la reconstrucción fue a
cargo de frailes agustinos de Actopan. Para el año de 1790 las minas de
Bonanzas, San Cayetano y la Cuchilla, fueron descubiertas por gambusinos. En
este último tercio del siglo XVIII el Primer Conde de Regla,
PEDRO
ROMERO DE TERREROS, adquirió los derechos de explotación sobre la mina de Lomo de Toro
donde anualmente sacaba 3,000 toneladas del mineral, que transportaba a lomo de
mula hasta su Hacienda de Regla para su beneficio. A principios de 1800, el
español Andrés Manuel del Río, vino a México como catedrático del Real Seminario de
Minería, recibió en su laboratorio del real seminario plomo pardo de Zimapán,
tras un concienzudo análisis se encontraron con una sustancia desconocida que
principalmente, provenía de la mina llamada: La Purísima, a esta sustancia la
llamó provisionalmente "Zimpanio".
El barón alemán, Alexander Humbolt viene a México y junto con
su compañero de estudios Andrés Manuel Río, estudian la nueva sustancia,
intrigados por el descubrimiento Alexander da a conocer el zimpanio en Europa,
entonces Klaporth analiza la composición consistente en sílice 92%, peróxido
de fierro .25% y agua 7.75%. Tiempo después, el Barón Alexander Humbolt y
Andrés Manuel del Río, llegan a la conclusión de que: a esa sustancia se le daba
universalmente de pancromo, después el de eritrono, (estos encontrándose en su
forma rudimentaria), ya que por la variedad de colores de sus óxidos,
disoluciones, sales o precipitados formados con los alquiles y tierras que se
tornaban rojas al fuego. Encontrándose estos fósiles en las minas de Zimapán.
Por diversos motivos del Río abandonó sus investigaciones es entonces
que Sefroém, químico sueco, se interesó en los estudios andoneados por Andrés
Manuel del Río los lleva al perfeccionamiento definitivo, y en 1830 hizo saber
públicamente la existencia de un nuevo metal al que puso el nombre de vanadium
en honor a una diosa de la mitología sueca. Actualmente conocemos que el
vanadio, es un elemento metálico de color argento y de gran dureza. En la tabla periódica de los elementos lo encontramos fácilmente
por su símbolo "V", su número atómico es el 23, su peso atómico es
de 50.94 su característica resiste a varios óxidos, no se oxida en el aire, de
gran importancia en la metalurgia más que nada proporciona al acero resistencia
a la tensión, elasticidad y dureza, útil para la construcción de aviones y
automóviles, también se utiliza en las industrias del vidrio, cerámica y
tintorería.
En el aspecto político, con el vecino Estado de Querétaro el cura
don Miguel Hidalgo y Costilla y otros personajes en la historia mexicana,
comenzaban a conspirar en contra de la corona española. Este movimiento que
originalmente debía iniciarse el 10 de octubre de 1810 y que al ser
descubierto, estalla el 16 de septiembre de ese mismo año, dando origen a la Época
Histórica que se conoce como "Guerra de Independencia".
En la Guerra de Independencia, Zimapán fue escenario de actos
notables, desde los primeros días del levantamiento de armas del cura don
Miguel Hidalgo, en Dolores Guanajuato. Un importante personaje fue sin duda don JULIÁN
VILLAGRÁN . El 25 de septiembre de 1811, Villagrán al mando de 400
hombres, toma posesión de la Plaza de Zimapán y lógicamente los ganados y las
siembras de los habitantes, pasaron a su propiedad, trabajó una mina de plata
que utilizaba para acuñar moneda, donde asentaba la siguiente leyenda:
"Julián I, Emperador de las Huastecas". Algunos de los principales
hombres que lucharon con don Julián fueron: don José Manuel Correa, cura de
Nopala, Casimiro G., indígena del Cardonal, José Felipe Maya, José Antonio
Trejo y su hijo Francisco (Chito) Villagrán.
En octubre de 1812, el Presidente de la Junta Nacional D.
Ignacio Rayón, resolvió atacar a Ixmiquilpan. Entonces el 15 de octubre,
salieron de Huichapan los insurgentes con un cuerpo de infantería, al mando del
coronel Lobato y la caballería de Epitacio Sánchez. Esas tropas eran acompañadas
por las de Villagrán, las del cura Correa y del cabecilla Polo. El día 18, se
presentaron frente a Ixmiquilpan, ocuparon el cerro de la Media Luna. Rayón
ordenó a Casimiro Gómez, que se acercara por el lado opuesto, entonces Rafael
Casasola intentó desalojar a Rayón, pero los insurgentes que estaban ocultos
lo impidieron se establece una encarnizada lucha. Los realistas piden auxilio a
sus compañeros de Chilcuautla, Tlahuelilpan y Actopan. También los indígenas
de Zimapán y El Cardonal, acuden al llamado de Villagrán. Empieza la lucha. En
el amanecer del día 19 faltándole refuerzos al cura Correa, se retira
arrojando al río un cañón, los insurgentes emprenden la retirada a Huichapan,
donde Villagrán fue reconvenido por Rayón , por no haber reforzado las tropas,
Villagrán logra huir, después Ignacio L. Rayón, se retira de Huichapan y los
Villagranes quedan como dueños y señores de la región.
Desde 1811, Villagrán se mantuvo en lugares inaccesibles y
cuando repentinamente era perseguido por tropas del gobierno, se internaba en la
sierra de Zimapán y Real del Doctor. Era entonces el año de 1813 y del día 3
de mayo, la ciudad de Huichapan estaba defendida por Chito Villagrán y el quiso
huir, arrojando puñados de onzas a los que le perseguían, sin embargo fue
alcanzado y hecho prisionero por don Rafael Casasola. Inzunza promete a Chito
perdonarle la vida, si se rendían de inmediato y entregaba a su padre Julián
Villagrán y la plaza de Zimapán que tenía custodiada. Para esto, Pedro
Monsalvo obliga a su prisionero escribir una carta, donde le proponía a su
padre el indulto, a lo que don Julián se negó rotundamente, lo que originó el
fusilamiento de Chito, diez días después de haberlo capturado. Deciden los
realistas atacar el pueblo de Zimapán y otras posesiones que en la Huasteca tenía
Julián.
El 30 de mayo, Cristóbal Ordóñez efectuó un combate en la
barranca del Río Ajibes, dispersándose las tropas de Villagrán al combate.
Son perseguidos hasta la Hacienda de Sigáis, en ese lugar los rumores les hacen
saber que Villagrán había abandonado la plaza de Zimapán y por no tener otra
salida se refugió en el Cerro de San Juan, esto causó que alguno de los compañeros
de lucha se indularan como José Antonio Trejo, el indígena Casimiro Gómez que
se rindió con Casasola, ofreciéndole más de 2000 hombres. Entonces José
Felipe Maya, da aviso a los realistas del lugar donde se refugiaba Villagrán y
en la madrugada del 13 de junio es aprendido y fusilado junto con 22 de sus
hombres, en la Hacienda de Xilitla. Durante el sitio de Zimapán, habían sido
quemadas las casas y haciendas de beneficio de metales. Los vecinos robados y
sumergidos en la más triste miseria, se vieron obligados a ingerir los peores
alimentos.
Por otra parte, el general Martínez, derrota en Lomas de la
Estancia a un batallón imperialista y el coronel Antonio Viruegas venció en La
Encarnación a una fuerza invasora. Desde 1813, existió una quietud en
Zimapán, no porque los conflictos nacionales mejoraran, sino porque nadie se
atrevía a revelarse en contra del gobierno realista. En todo este tiempo, las
minas de Zimapán no dieron producto alguno. Pero a partir de 1820, se
produjeron cambios radicales, por las reformas dictadas en España y entonces
los realistas simpatizan con las ideas liberales. En la promulgación del Plan
de Iguala y precisamente el 2 de junio de 1821, Iturbide dio órdenes a don Anastasio
Bustamante para que se apoderada de Zimapán donde sólo había 45 hombres de
guarnición y de recoger los caudales, armas y municiones que hubiera, lo que
cumplió. Bustamante, entrando a Zimapán, el 19 de junio.
Iturbide es nombrado jefe el Ejército Trigarante y el virrey
don Juan O'Donojú, aceptó negociar la independencia de Iturbide y la reconoció
más tarde por el tratado de Córdoba; el Imperio Mexicano, sería una monarquía
constitucional si Fernando VII aceptaba el trono, de no ser así el país tendría
libertad de nombrar a su soberano. El Ejército Trigarante hizo su entrada
triunfal el 27 de septiembre de 1821 en la ciudad de México. Ese día México
dejó de llamarse Nueva España, la alegría se mostraba en todos los rincones
del país. A un año de la Independencia, se terminó de edificar la nueva
iglesia de San Juan Bautista de Zimapán, gracias a una donación reales
por parte del general Anastasio Bustamante, siendo cura el Dr. Epigmenio
Villanueva. En la ciudad de México y apoyado por el clero, se corona como
Emperador de México Agustín de Iturbide. Tiempo después, ante el fracaso del
Imperio el país adoptó el Gobierno Republicano, de acuerdo con la constitución
de 1824.
Entonces la nación se llamó Estados Unidos Mexicanos, porque
estaría formada por 19 entidades autónomas libres y soberanas. Una de ellas
fue el Estado de México que por entonces abarcaba los actuales estados de
Guerrero, Morelos Hidalgo y Estado de México. Nuestra entidad correspondía a
tres distritos:
-
Distrito de Tulancingo: Le correspondía Apan, Otumba, Pachuca, Tulancingo y Zempola
-
Distrito de Huejutla: Metztitlán, Yahualica y Huejutla.
-
Distrito de Tula: Actopan, Huichapan, Ixmiquilpan, Tetepango, Tula, Xilotepec y Zimapán. La explotación de minas en Zimapán se interrumpió durante 13 años, una vez terminada la guerra de Independencia, poco a poco las minas de Zimapan volvieron a ser explotadas con gran sacrificio, más que nada por la falta de vías de comunicación y del combustible necesario para el beneficio; después de 1823 tuvo la minería un gran esplendor ya que por esos años se contaron 60 minas, trabajando a la vez así también como 20 fábricas de beneficio.
Para el año de 1844 llegó un inglés al municipio de Zimapán
y en La Encarnación, Jonh Mahn estableció un fábrica de fundición y
laminado de fierro. Pasaron los años y por la Constitución Liberal, promulgada
en 1857 dio origen a la Guerra de Reforma o de los Tres Años, don Benito
Juárez había proclamado las Leyes de Reforma: separación de la iglesia y del
Estado, nacionalización de los bienes eclesiásticos, tolerancia de cultos,
libertad de expresión y de imprenta, registro civil, etc. En el año de 1861,
siendo Presidente de la República don Benito Juárez y por la mala economía
que por entonces atravesaba el país, ordenó la suspensión de pago de las
deudas extranjeras. Entonces España, Inglaterra y Francia decidieron ocupar los
puertos mexicanos, a fin de lograr el pago de las deudas atrasadas. Satisfechas
por Juárez las demandas de los españoles e ingleses se retiraron de México,
pero los franceses apoyados por los conservadores mexicanos invadieron el país,
es por esta razón que surge la: Intervención Francesa en 1861, los
conservadores al mando del general Tomás Mejía, se habían apoderado de
Huichapan, Jacala y Zimapán que fueron recuperados por Santiago Tapia y
Porfirio Díaz. Los Franceses habían tomado la plaza de Zimapán, la gente
desesperada trataba de huir a fin de ponerse a salvo, olvidándose de
recoger del asta bandera nuestro lábaro patrio. Sólo una joven de nombre:
Victoria Ramírez arriesgó su vida al quitar nuestra bandera nacional, los
franceses al darse cuenta la persiguen, pero ella logra escabullirse y se
refugia con don Emeterio Mendoza que dirigía un pequeño grupo de gente. Desde
septiembre a octubre de 1865 el general Vicente Rosas, pacificó el departamento
de Tula, al cual pertenecía Zimapán de acuerdo con la jurisdicción política
del imperio, el día 25 de octubre las autoridades y los vecinos más
importantes de Zimapán, se adhirieron al imperio, firmando la respectiva acta.
Tiempo después, las fuerzas liberales de don Benito Juárez,
tomaron como prisioneros a Maximiliano y los generales Tomás Mejía y Miguel Miraron
y el 19 de junio son fusilados en el Cerro de las Campanas, dando fin a la
intervención francesa. Años después, Juárez expidió un decreto y el sábado
16 de enero de 1869, se dio a conocer el nacimiento de un nuevo estado. "
Benito Juárez, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, a sus
habitantes sabed: Que el Congreso de la Unión ha tenido a bien expedir el
decreto siguiente:
Articulo Único.-
Queda definitivamente eregido en
nuevo Estado de la Federación, con el nombre de Hidalgo, la porción de antiguo
Estado de México, comprendida en los distritos de Actopan, Apan, Huascazaloya,
Huejutla, Huichapan, Pachuca, Tula, Tulancingo, Ixmiquilpan, Zacualtipán y
Zimapán, que forma el Segundo Distrito Militar creado por el decreto del 7 de
Junio de 1862".
Se elige a don Juan Crisósomo Doria como Gobernador. Zimapán
es elevada a categoría municipal el día 24 de febrero de 1870 y posteriormente
la categoría política de Zimapán, según el decreto siguiente:
"Decreto Núm. 391.-
El VII Congreso del Estado
de Hidalgo, decreta: Artículo Único.- Se concede a la Villa de Zimapán, el título
de ciudad de Zimapán de Zavala, el Ejecutivo del Estado para su sanción y
cumplimiento.
Dado en el salón de sesiones, en Pachuca, a diez de agosto
de mil ochocientos ochenta y uno.- Francisco Sierra, diputado Presidente.- Julio
Armiño, diputado Secretario.- Jesús Arias, diputado Secretario.- Por tanto
mando se imprima, publique y circule a quienes toque cuidar de su ejecución.-
Palacio de Gobierno, Pachuca, agosto 10 de 1881.- Simón Cravioto.- Felipe de
Insunza, Secretario de Gobernación".
En la Sierra Gorda, se encontraban las Ferrerías de La
Encarnación y Guadalupe, tan productivas, que sus dueños mandaron construir el
Puente de Tasquillo, mide ochenta metros de largo por ocho de ancho, se apoya en
cuatro pilares de cal y canto y todo lo demás es de fierro vaciado en los
talleres de la Encarnación. El arco de medio tiene esta inscripción: Encarnación
1883, el puente es capaz de servir para el tráfico permanente que en él se
haga, lo contrató don Ricardo Honey con el ministerio de fomento y fue aprobada
sus construcción en noviembre de ese mismo año. Como ya sabemos, la Revolución
de 1910, se inició por el llamado que el Sr. Francisco I. Madero hiciera el
pueblo mexicano, para finalizar con el gobierno autoritario del general Porfirio
Díaz.
En el año de 1910, fungía como Presidente Municipal de Zimapán
el Sr. Severo Espino, hermano de don Domingo líder político de ese tiempo. Los
federales tenían su centro de operaciones a un costado del templo parroquial,
donde vigilaban el cumplimiento de la dictadura porfiriana. En agosto de ese año
las tropas rebeldes, al mando del general don Nicolás Flores, logran sorprender
a los federales y toman la plaza de Zimapán. En 1912 el general Nicolás
Flores, estaba en este pueblo de Zimapán en unión a Francisco I. Madero.
El Sr. Daniel García de Pijay fue capitán por mandato del general Flores. En
septiembre el general Flores y sus hombres tomaron como sede Santa María Tepeji
(hoy Nicolás Flores), los habitantes del municipio de Santa María
decidieron que al municipio se llamaría así, en honor a este revolucionario.
Desde éste lugar se dirigieron al Santuario y Cardonal donde se enfrentaron
a los federales, con la victoria de este combate se dirigen a Orizabita,
Guadalupe, Xitha Primero (Zimapán) y de ese lugar partieron a Ixmiquilpan. Los
múltiples enfrentamientos que el General Flores sostuvo en estos y otros
lugares del Estado, le dieron gran fama, por lo que fue designado Jefe del Ejército
Constitucionalista y Gobernador del Estado.
El 13 de junio de ese mismo año expidió un decreto, confiscado
los bienes de las personas que cualquier manera hayan sido enemigos de la
revolución. Pero según cuentan las personas adultas, el hecho más
impresionante que durante la época revolucionaria se vivió en Zimapán, es el
que a continuación se narra: Por el año de 1915, ya casi en los últimos
meses había llegado el General OTILIO
VILLEGAS
LORA de Jacala a Zimapán, venía con
mucha gente, todo humilde incluyendo mujeres, que traían a sus hijos aún pequeños
terciarios en la espalda, que estaban de paso por la población, en eso una
tropa enemiga llegó a Zimapán, la noticia corrió rápidamente, pero no les
dio tiempo de huir y la gente de Villegas se refugio en la iglesia.
Inmediatamente comenzó al pelea, el tiroteo fue la cosa más espantosa ya que
no dejó de escucharse la balacera; de las cuatro o tres de la tarde hasta bien
entrada la madrugada, las mujeres y los niños lloraban, rezaban y algunas
disparaban las carabinas. Pero la gente de Villegas era poca, por lo cual los
enemigos los vencieron. Durante una semana, la gente y vecinos de Zimapán,
sufrieron mucho, las mujeres tenían que moler y dar de comer a las tropas y si
a un soldado le gustaba una jovencita, esta era tomada por la fuerza. Se
sabe que existieron otros combates en la región de Zimapán, pero no tuvieron
gran importancia.
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